Date permiso para sentir lo que sentís.
Sé transparente con tus emociones.
No te escondas, no las cambies de estantería, no tenés que tapar nada.
¿De verdad seguís creyendo que tapando con "arenita" o escapando no vas a volver a verte ahí, en ese lugar, sintiendo esto o aquello?
¡Ya fué! Sacate la máscara. ¡Sos tan linda, tan lindo ahí debajo de ese disfraz!
Mirate. Sentite.
No tenés que cumplir ninguna función en base a la necesidad o vista de los otros.
Se testigo de tu transparencia para que el amor sea revelado. El amor que sos. Que somos.
¡Relajate! Hablá de lo que sentís. Elegí con quién.
Que las emociones surjan a la superficie.
Es tiempo de escorpio ♏, y Plutón está muy potente en los cielos... mercurio Retro pegadito a Venus, también en escorpio, no te queda otra, que permitir que drene lo que está pidiendo salir dentro tuyo. Y mirarlo. Amorosamente.
¡Ser o no ser, esa es la cuestión!
Y cuando todo esté en ebullición frente a vos, en tu mente, (porque siempre todo está en la mente) entonces se abre el regalo del perdón.
No el perdón del ego. Es un perdón diferente. Es Real. No es de este mundo, va más allá y viene de más adentro. Un perdón que sana tu mirada. Y desde allí, entonces, decidís de nuevo.
Y el regalo, querido amigo, es la Paz del corazón ❤️y esa paz se extiende a todo lo que ves.
Esto no es una idéa. Es un hecho. Una práctica de vida.
Y ya sabés, cuando te escribo, me escribo. Cuando escribo, recuerdo. Nada más, nada menos.
Ana Escobar, noviembre 2019
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